martes, 19 de abril de 2011

SABORES QUE CURAN II

El dulce ayuda a digerir los alimentos, es sedante y quita los espasmos.
El picante es dispersante y hace circular la energía y la sangre.
El salado es laxante y debilita.
Los alimentos sin sabor ayudan a eliminar las retenciones de líquidos, eliminan la humedad interna, son reguladores y desinflaman.
El exceso de los sabores citados daña, por rebosamiento, a los elementos:
- El exceso de ácido daña la tierra: contracturas musculares, malas digestiones
- El exceso de amargo al metal: enfermedades de la piel, eccemas, exceso o falta de vello corporal
- De dulce al agua: caries dentales, osteoporosis, artrosis
- De picante a la madera: cólicos biliares, mareos, picor de ojos
- De salado al fuego: tensión alta, varices, arteriosclerosis
Estudia....aprende.... poco a poco te vas a curar!!!
Mucha suerte!

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