En la actualidad se usan desechables para evitar la transmisión de enfermedades infecciosas como la hepatitis, sida...
Habitualmente se introducen de uno a tres centímetros, si bien en algunos meridianos se puede profundizar más, hasta cinco-seis centímetros. Después, la aguja puede ser manipulada: se levanta o baja, se hace vibrar o se gira, en función de la enfermedad
o síntoma sobre el que se actúa.
La aplicación de la aguja puede durar minutos u horas. En nuestro país, lo normal es que se tenga unos minutos. Es lo que algunos denominan acupuntura rápida, lo que a menudo precisa de una aplicación profunda de la aguja.
El número de sesiones depende también de la afección y pueden ir
desde seis hasta 15 ó 20.
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