La fuerza de la madera
no es agresiva aunque lo parezca por lo desafiante, por lo
competitiva e impetuosa. Ese ímpetu a veces los hace
cometer errores: son atropellados, se llevan a los
demás por delante. Pero si están en equilibrio
logran que su flexibilidad los lleve a realizar los sueños y
las visiones que tengan en la vida.
En los órganos del cuerpo la
madera está representada por el Hígado y por la
Vesícula Biliar. En el Hígado está el alma etérea, el
Hun, el que le indicará el propósito vital al
individuo que, si no está bien arraigada pierde el contacto con
la realidad.
El sabor de la madera es
el ácido. Por su carácter expansivo, de
crecimiento, es obvio que es la primavera la estación de la
madera. Allí las plantas renacen luego de permanecer en
esa latencia que observamos en el invierno. ¡Si es
flexible la madera, es porque está viva; y si está viva es justamente porque es
flexible!
Al Hígado y a la Vesícula Biliar
también los relacionamos con los músculos y tendones, claro, ya
que nos permiten el movernos, expresarnos,
conducirnos hasta nuestros logros. Almacenan y
distribuyen la energía en el cuerpo. Cuando se reprimen las
emociones éstas quedan agarrotadas en los músculos. Un
H y VB perturbados contraen a los músculos: habrá
contracturas, dolores varios. En esos casos es un cable a
tierra caminar descalzos por el césped, sentir el
contacto con la tierra, respirar y relajarnos.
También se puede combinar con un buena serie de masajes. Es en los orificios de los ojos
donde también encontramos la madera: necesitamos
ver lo que tenemos delante para poder
avanzar.
Finalmente la condición atmosférica
relacionada con ella es el viento. Esto se articula
con la similitud de la vegetación y su adaptabilidad a los
cambios. Es justamente el viento el factor climático
preponderante para desequilibrar a la madera.
Si un paciente nos relata que en invierno prefiere bufanda
(para cubrirse del viento) o no tolera los ventiladores en
verano, estamos seguramente frente a una personalidad
madera.
Los antiguos chinos describían
al hígado y la vesícula biliar como el “general de la
batalla ”. Es el que toma decisiones rápidas y arma el
plan, la estrategia a seguir. Es justamente lo que
hace el hígado: realiza más de quinientas funciones y
todo el tiempo está decidiendo la mejor opción
para el cuerpo.
El elemento madera en
desequilibrio es irritable, nervioso y colérico.
Duda todo el tiempo. Cuando encuentra cual es su camino
de vida, en donde arraigarse, crecer y expandirse,
todo es abundancia, opulencia. La persona madera es
feliz y todo su núcleo está en
armonía. La misma armonía que tiene la vegetación en
estado salvaje.
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